Esta
historia comienza con una llamada telefónica que recibí un día a media mañana, de 1981
Atendí
el repique del teléfono y escuché una voz algo ronca, pero muy amable…
Aló,
buenos días, por favor quisiera hablar con el Sr. Alí Agüero…
Sí
diga, habla con él. ¿Quien llama?
Ah!
Mi nombre es Eddie Palmieri…. Escuché el nombre de Eddie Palmieri, me sonreí y
me dije: jajajajaja… éste es Melo “echando varilla” Al Melo a quien me refiero
es a Ángel Melo, cuatrista, arreglista, gran echador de broma, y excelente imitador.
Fue la voz del ex presidente Luis Herrera Campins, en las gaitas de Simón, que
producía Hugo Blanco. Siempre que llamaba a la casa lo hacía haciéndose pasar
por algún personaje conocido. (El Disco Sabor en Cuatros lo grabé con él)
Por
esto dejé que “Palmieri” siguiera hablando a ver que me decía Melo…. Su número
telefónico me lo dio anoche el Sr. Leonardo Montiel Ortega, y me dijo que
quizás Ud. podía ayudarme en algo. ¡Ah caray! Leonardo Montiel, pensé en
fracciones de segundo; sé que Leonardo es muy salsero, hemos hablado del tema, le
gusta y sabe de verdad del género. Incluso conoce a varias figuras del género…
Me dispuse a oir con mas atención. !Ah si!… como no, dígame en que puedo
ayudarlo. Me comentó que había visitado nuestro país un año atrás y había
sucedido algo con una de las actuaciones… y quería hablar con algún manager de
artistas para que me ayudara a solucionar eso, porque quiero tocar en Venezuela,
y existía una prohibición de la cual no estaba enterado y quisiera
solucionarla. ¿Dónde va a estar Ud, esta
noche maestro? Ya no tenía ninguna duda, estaba hablando con Eddie Palmieri.
Esta noche no tengo nada que hacer, fue su respuesta. Mientras no solucione el
problema… ¿Dónde se está hospedando? Es para que conversemos mas del asunto… yo
lo paso buscando y comemos algo mientras conversamos. ¡Caramba! Que bueno, yo
estoy en el Anauco Hilton…. No dejé que hablara mas… ¿a que hora lo paso
buscando; a las 7 le parece?
A
las 7 lo espero Sr. Agüero y agradecido por… lo interrumpí, sé que no debí
interrumpir, es mala educación, pero en ese momento lo olvidé por completo… a
las 7 en punto lo paso buscando. Muy bien, ahí estaré, buen día y gracias por
su atención.
Terminó
la conversación y no sabía que hacer. Tenía algo en mente con respecto a Eddie
Palmieri y alguien mas. Ah claro! Tengo que invitar para esa cena a alguien que
para él, Eddie Palmieri es su ídolo. Busqué la libretica de teléfonos y ahí
estaba el número que buscaba. Lo marqué enseguida y me alegre al oirlo repicar…
Casualmente esa persona atendió el teléfono… Aló quien llama? ¿Épale, que tal
vale? Es
Alí, mira, ¿que vas a hacer esta noche a las 7? La voz que respondió la sentí un poco desganada:
tengo que escribir un arreglo para mañana… por qué ¿tienes algo esta noche?
Bueno, si, era para invitarte a cenar? ¿A cenar? Oye vale, me encantaría pero
ese arreglo… lo interrumpí y repetí acentuando mas las palabras. Vinicio, para
cenar con Eddie Palmieri!! Un ¡QUÉ! gritado se escuchó del otro lado… ¿Dónde¿,
¿a que hora?, ¡claro que si Alí! Escribo cuando venga de cenar. Era la voz de
Vinicio Ludovic. Excelente arreglista y pianista. Con todo lo que habíamos
hablado siempre de Eddie, sabía que no podía decir que no, a este encuentro.
Esa
noche, con Zenaida, buscamos a Eddie en el Hotel y fuimos a comer a un
restaurant en la Urb. Bello Campo que era muy visitado por nosotros en aquellos tiempos. Se conoció
como El Foro Romano, y mas actualmente como El Rucio Moro, pero cuando fuimos a
cenar esa noche tenía otro nombre, su primer nombre. Recuerdo que sus ambientes
estaban identificadas como estaciones inglesas de tren.
Ya
sentados los cuatro en la Mesa, Vinicio dijo que no podía creer lo que estaba
viviendo esa noche. Le comunicó a Eddie
todo lo que lo admiraba como pianista y arreglista. Le hizo una
pregunta; maestro Ud. es zurdo? Eddie le respondió que si, Con razón, ya decía
yo… esa mano izquierda suya es inimitable.
Hablamos
de su problema y encontramos como solucionarlo. Pero cosa curiosa, Eddie
Palmieri habló poco de él. Nos contó que sus comienzos en la música fue como
baterista. Pero él veía a su hermano Charlie, que era el pianista, salir muy bien
vestido y listo para ir a los toques. En cambio él tenía que cargar con el
bombo, la caja, los platillos y mil cosas mas para salir, y para regresar igual. Y un buen día
dijo: no cargo mas tambores… me cambio para el piano. Y lo hizo, para disfrute
de todos sus admiradores.
Luego
comenzó a hablar de Vitín Paz, y no hubo ya otro nombre en su conversación.
A
excepción de Barry Rodger y su trombón. A Vitín lo conocí
cuando yo tenía 12 ó 13 años , pero esa es otra historia.
Su
mas reciente disco en aquel momento era El Piano o el Disco Blanco. Y el tema que mas le gustaba
era EL DÍA QUE ME QUIERAS, cantado por Cheo Feliciano, y un arreglo de René
Hernández, que tenía para ese momento mas de 10 años de haberlo escrito.
Recuerdo
que al salir del restaurant Vinició le preguntó algo a Eddie de un tema grabado
por él en uno de sus tantos discos, Eddie le explicaba pero la teoría no
bastaba. Recordamos que había un piano en el local el cual lo tocaba un
joven. Nos acercamos a él y le preguntamos si nos podía prestar el piano por un
momento. El joven por supuesto nos miró un poco receloso. Vinicio se adelantó y
le dijo, mira es un segundo nada mas, es que Eddie Palmieri quiere mostrarme
algo… los ojos del joven se agrandaron de inmediato… ¿Eddie Palmiere?, ¡por
favor maestro siéntese! Ese muchacho debe haber dormido poco esa noche. Seguro
que así fue.
Ese
tema El Día que me Quieras, y el disco completo lo oímos al día siguiente en mi
casa. El Disco Blanco como lo llamaba Eddie quedó autografiado, y en mi
discoteca. En estos días pensando en éste escrito que iba a hacer de Eddie, lo
busqué, y no lo encontré.
Arr: René Hernández
Voz. Cheo Feliciano
Eddie Palmieri y su orquesta
Cuñao Mayor.
ResponderEliminarQué sabroso, escribe Usted!!!
Excelente anécdota, gracias por compartirlo....
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